Vigésimo tercer Domingo después de Pentecostés

El nuevo eón que ya ha comenzado

Figure holding torch under large stone arch
Photo by Linus Sandvide on Unsplash; licensed under CC0.

November 13, 2022

View Bible Text

Comentario del San Lucas 21:5-19



Introducción

Lucas 21:5-19 (cf. Mc. 13:1-13 y Mt. 24:1-14) usa como base el texto de Marcos. El texto de Lucas fue escrito después del año 70 d. C. en un contexto histórico distinto al de Marcos, quien escribió su texto antes del año 70 d. C. Lucas combina el mensaje de Cristo a los creyentes en un mensaje histórico (la destrucción del templo) y otro escatológico (las señales del fin de los tiempos). Nuestro comentario incluirá también los temas de templo y espiritualidad así como las señales antes del fin y las palabras de Cristo.

La destrucción del templo (vv. 5-6)

El templo de Jerusalén era un edificio “suntuoso,” que comenzó a ser reconstruido en el año 22 a. C. por Herodes el Grande, para buscar “fama eterna” y para “rendir a Dios el más perfecto culto” (F. Josefo, Antigüedades judías, XV,380) y fue terminado en el año 64 d. C. El templo fue construido con “piedras de mármol,” de “25 codos de largo,” “8 de altura” y “12 de grosor.” El templo era “objeto de admiración para los espectadores” (XV,391). El historiador romano Tácito lo describe con “extraordinarias riquezas” (V,8,1). Naturalmente, el templo motivaba al pueblo y a los visitantes a presentar sus ofrendas.

Por esta razón, no es extraño que los/as discípulos/as de Jesús se sintieran maravillados/as por el templo y cómo este lucía. Lo que es extraño es la respuesta de Jesús: “días vendrán en que no quedará piedra sobre piedra que no sea destruida” (v. 6b). La explicación es que Lucas escribe este relato después de la catástrofe de la destrucción del templo y de la ciudad de Jerusalén, que ocurrió en el año 70 d. C., bajo Tito de Roma, quien dio la orden de arrasar con el templo y ciudad (F. Josefo, La Guerra de los judíos, VII,351-355).

Lucas ubica a Jesús refiriéndose al hecho histórico de la destrucción del templo conocido por sus destinatarios como parte un drama escatológico, que había empezado con esa destrucción y que continuaría con otros eventos. Es decir, ese drama escatológico ya se estaba realizando, pero aún no estaba consumado.

Las señales del fin de los tiempos (vv. 7-19)

Ante la pregunta de algunos sobre cuándo ocurriría esa destrucción y cuál sería la señal de que todo esto habría de suceder, Jesús les da una doble respuesta. Menciona señales que refieren a un tiempo escatológico (vv. 7-11) y al tiempo en el cual el templo fue destruido (vv. 12-17) y añade algunas palabras y promesas a sus discípulos/as ante tales escenarios (vv. 18-19).

Un escenario religioso: Ante la llegada de falsos mesías y profetas, Jesús pide a sus discípulos/as que cultiven una mente crítica, que no sean ingenuos, y que analicen lo que escuchan y no sigan a los falsos mesías y profetas (v. 8).

Un escenario político y militar (cf. 4 Esd. 9:1-5; 13,29-32): Frente a las guerras y revoluciones, el levantamiento de una nación contra otra y de un reino contra otro, y frente al escenario catastrófico en la naturaleza (cf. Ap 6:8) que incluía el surgimiento de grandes terremotos, hambre y epidemias por todas partes y cosas espantosas y grandes señales del cielo, Jesús llama a sus discípulos/as a confiar en Dios en medio de las catástrofes y a no alarmarse ni asustarse,  porque todo eso tendría que pasar, pero no sería aún el fin (vv. 9-11).

El v. 12a es un elemento separador: “Pero antes de todas estas cosas,” dice, para indicar que lo que sigue realmente precede a lo dicho anteriormente sobre las señales (J. Schmid, p. 434).

Un escenario religioso y político (cf. Hch. 4:1-3; 5:17-18; 6:8-8,3; 16:19-24; 17:5-9; 18:12-17; 19:23-40; 21:27-28,30): Ante el encarcelamiento, la persecución y las acusaciones por causa de Cristo ante los reyes y gobernadores (v. 12b), Jesús les dice que esas circunstancias difíciles serían oportunidades para dar testimonio (v. 13), para lo cual debían confiar plenamente en que Cristo les concedería la sabiduría y elocuencia necesaria e irrefutable (vv. 14-15).

Un escenario social (cf. Miq 7:5-6): Ante el odio, rechazo y traición a los creyentes por causa de Cristo de parte de sus familiares y amistades, y el asesinato de estos (vv. 16-17), Jesús les promete que las persecuciones y la muerte física de algunos no implicarían muerte eterna (MacLean, p. 366) y que no se perdería ni un cabello de sus cabezas (cf. Hch. 27:34b) y les exhorta a perseverar en la fe para ser salvados (vv. 18-19).

Templo y espiritualidad

Los templos y su esplendor atraen la atención y admiración del pueblo, e invitan a que los visitemos. Estar en un templo nos da un cierto tipo de seguridad religiosa. Pero una vida centrada en un templo es más una característica de una vida religiosa que de una vida de espiritualidad. Estos dos tipos de vida pueden relacionarse sanamente o estar completamente separados.

Una vida religiosa sin espiritualidad es una vida vacía, sin trascendencia, sin efecto de la religión en la persona, sin incidencia social y sin compromiso ético con la sociedad. Una espiritualidad sin vida religiosa podría llevar a una vida desvinculada de una comunidad de fe, sin compromiso de fe y sin el sentido de dependencia de otros/as. En la actualidad hay varios tipos de espiritualidad que contribuyen a nutrir la vida de fe de las personas y sus relaciones.

Jesús afirma que Dios busca adoradores/as que lo hagan “en espíritu y en verdad” (Jn 4:23-24). Eso tiene dos significados para nosotros hoy: a) que Dios busca autenticidad y sinceridad en la adoración; y b) que la adoración auténtica y sincera nunca se limita a un lugar, ni a un templo, sino que su espacio sagrado es la vida de personas (Jn 4:1-24). La adoración espiritual consiste en compartir con los demás, aprender de ellos/as e involucrarse en actividades comunes que transformen las divisiones sociales en tejido social.

Señales antes del fin y las palabras de Cristo

La cuestión de las señales antes del fin del mundo (eón en el original griego) es un tema popular que capta la atención de mucha gente con cosmovisiones apocalípticas y puede referirse a un mundo que termina y otro que empieza. En este sentido, el fin de un eón puede ser entendido como el fin de un tiempo, de un dominio político y religioso, de un modelo económico, más que el fin del mundo en su totalidad. El otro eón no comenzará en un futuro completamente lejano en el tiempo, sino que ya ha comenzado en nuestros días. Nosotros estamos en el medio de ese tiempo, en que Dios hace “nuevas todas las cosas” (Ap 21:5).

El pueblo creyente, que vive en este tiempo, no debe alarmarse ni temer por el fin de este eón, sino que está llamado a confiar en las palabras de Cristo. Este es un llamado a la proactividad y no a la pasividad. La alarma, el susto y el temor pueden llevar a la pasividad. La confianza en Cristo, por el contrario, nos motiva y conduce a una actividad constructiva del nuevo mundo de Dios, del nuevo eón de justicia y paz.


Bibliografía

Craddock, Fred B. Interpretation. A Bible Commentary for Teaching and Preaching. Luke.         Louisville: John Knox Press, 1990. (pp. 242-245).

Josefo, Flavio. Antigüedades judías. Libros XII-XX. Madrid: Ediciones Akal, 1997.

________. La Guerra de los judíos. Libros IV-VII. Madrid: Editorial Gredos, 1999.

MacLean Gilmour S. “The Gospel According to S. Luke”. En: The Interpreter´s Bible, Vol. III.    editado por George Arthur Buttrick y otros. New York: Abingdom Press, 1952. (pp. 360-            367).

Manson, William. The Gospel of Luke. New York: Harper and Brothers Publishers, 1930. (pp.             228-232).

Metzger, Bruce M. “The Fourth Book of Ezra”. En: The Old Testament Pseudepigrapha. Vol. 1.         Apocalyptic Literature and Testaments. Editado por James H. Charlesworth. New York:       Doubleday & Company, Inc., 1983. (pp. 517-559).

Nickle, Keith F. Preaching the Gospel of Luke. Proclaiming God´s Royal Rule. Louisville:         Westminster John Knox Press, 2000. (pp. 221-223).

Ringe, Sharon H. Luke. Louisville: Westminster John Knox Press, 1995. (pp. 250-252).

Schmid, Josef. El evangelio de San Lucas. Barcelona: Editorial Herder, 1968. (pp. 433-442).

Tácito, Publio Cornelio. Historias. Libros III-V. Madrid: Editorial Gredos, 2013.