Comentario del San Lucas 18:9-14
Daniel Marguerat ha planteado que las parábolas en el evangelio de Lucas son un tesoro para la vida cristiana.1 La parábola del fariseo y el recaudador de impuestos es un ejemplo típico de cómo el desprecio hacia los demás es la consecuencia habitual de la arrogancia. Por otro lado, John Dominic Crossan plantea un muy interesante contorno de la narración. Crossan pone la atención en el impacto de la interacción de los personajes en la audiencia original. ¡Un fariseo cerca de un publicano! Crossan plantea que la yuxtaposición original de Jesús habría sido desafiante, ofensiva y francamente provocativa para su audiencia, incluso antes de que oyeran la parábola hasta el final.2
La parábola suele leerse como un contraste entre dos tipos de piedad: la arrogante justicia propia del fariseo y la humilde dependencia de la misericordia de Dios del publicano.3 De un lado, tenemos a un ser prepotente, arrogante y orgulloso. Del otro, una persona en aparente humillación y sumisión. Aunque no habría sido una sorpresa encontrar a un fariseo orando en el templo, sí lo era que este personaje distinguiera a un publicano, que por su relación con el estado romano estaba excluido del pueblo. ¡Cuántas veces perdemos tiempo valioso en estar pendientes de otras cosas en la casa de Dios! El fariseo parece estar seguro de que el cumplimiento de rituales, requerimientos morales y responsabilidades económicas lo hacían una persona piadosa. ¡Ciertamente era un hombre justo por su observancia de la ley! Por otro lado, el recolector de impuestos se consideraba un pecador injusto que no merecía siquiera levantar su rostro. Por eso gritaba desde su incapacidad y desesperación: “Dios, sé propicio a mí, pecador” (v. 13).
La verbosidad grandilocuente del fariseo fue rechazada de plano por Jesús. Jesús indica que el angustiado y humillado publicano sería justificado antes que el fariseo. De todas maneras, aunque Jesús destaca la infértil conducta altanera del fariseo, no lo condena ni rechaza del todo. Este fariseo ha cumplido con sus responsabilidades rituales. Tal vez en un desliz, o un momento de debilidad, ha pensado de sí más de lo debido (ver 2 Corintios 10). El humillado publicano sería justificado antes que el fariseo. Pero según la narración, también sería justificado el fariseo: “Os digo que éste descendió a su casa justificado antes que el otro” (v. 14a). Muchas veces somos muy simplistas en nuestras apreciaciones y demasiado rápidos para despachar y condenar al fariseo de esta historia. Parecería que al final, aunque humillado y en último lugar, el fariseo también alcanzó justificación. ¡Esta es la grandeza del Reino inaugurado por Dios en la tierra! Dios en Cristo ama y redime al ser humano. La pregunta sería: ¿Cuántas veces somos nosotros/as quienes hacemos infructuosa la obra de Dios en otras personas? ¿Con qué facilidad condenamos al fariseo? Este ser (hipotético) también merece el amor y la misericordia divinos para rectificar su inaceptable conducta.
Diane G. Chen entiende que esta enseñanza encierra lo que se conoce como “el principio del reverso.”4 “Porque cualquiera que se enaltece, será humillado; y el que se humilla será enaltecido” (v. 14b). La propuesta al lector es que seamos como Cristo. Él es nuestro constante modelo de conducta.
A continuación del texto de hoy tenemos un pasaje muy famoso: “Dejad a los niños venir a mí y no se lo impidáis, porque de los tales es el reino de Dios” (Lc 18:16). Los niños en la antigüedad (las niñas aún peor), más allá de tener una utilidad como mano de obra barata bajo el esquema conocido como paterfamilias (la cabeza de familia que controlaba la vida de todas las personas y cosas bajo su posesión), no tenían ningún estatus en la sociedad. El control del paterfamilias incluía no sólo a los niños, sino también a su esposa, sus esclavos y esclavas e incluso personas libres que trabajaran en el negocio familiar. ¡Jesús dijo que dejaran que estos niños (y tal vez niñas), estas no-personas, tomaran una posición de importancia! ¡Esto debió haber sido un gran escándalo (¿recuerdan el comentario de la semana pasada?)!
La humildad de corazón y la modestia de estatus, como las de la niñez y la del publicano, son requisitos indispensables para entrar (o recibir) al Reino de Dios. Estos valores subvierten el ideal cultural según el cual las personas anhelan el honor y desprecian la vergüenza. El espíritu contracultural de Jesús y la amplitud de su invitación contrastan con el hermetismo que exhiben las élites eclesiásticas de hoy. Pero recordemos: ¡quien convida e invita es Cristo! A usted y a mí nos toca ejercitar las dos grandes virtudes de la compasión y la bondad. El amor debe prevalecer en nuestras acciones y actitudes hacia las demás personas. ¡Les invito a amar como Dios nos ama!
Bibliografía
Aymer, Margaret, Cynthia Briggs Kittredge y David A. Sánchez. The New Testament: Fortress Commentary on the Bible. Minneapolis: Fortress Press, 2014.
Crossan, John Dominic. The Power of Parable: How Fiction by Jesus Became Fiction About Jesus. New York: Harper Collins, 2012.
Herzog, William R. Parables as Subversive Speech: Jesus as Pedagogue of the Oppressed. Louisville: Westminster John Knox Press, 1994.
Marguerat, Daniel. Parábola. Estella: Editorial Verbo Divino, 1992.
McCaulley, Esau, Janette H. Ok, Osvaldo Padilla, y Amy Peeler, eds. The New Testament in Color: Multiethnic Bible Commentary. Downers Grove: IVP Academic Press, 2024.
Nolland, John. Luke 9:21-18:34. World Biblical Commentary 35b. Grand Rapids: Zondervan, 1993.
Parsons, Mikeal C. Luke. Paideia Commentaries on the New Testament. Mikeal C. Parsons, Charles H. Talbert, y Bruce W. Longenecker, gen. eds. Grand Rapids: Baker Academics, 2015.
Notas
- Daniel Marguerat, Parábola (Estella: Editorial Verbo Divino, 1992), 58.
- John Dominic Crossan, The Power of Parable: How Fiction by Jesus Became Fiction About Jesus (New York: Harper Collins, 2012), 90.
- William R. Herzog, Parables as Subversive Speech: Jesus as Pedagogue of the Oppressed (Louisville: Westminster John Knox Press, 1994), 195.
- Diane G. Chen, “Gospel of Luke,” en The New Testament in Color: Multiethnic Bible Commentary, ed. McCaulley, Esau, Janette H. Ok, Osvaldo Padilla, y Amy Peeler (Downers Grove: IVP Academic, 2024), 160.


October 26, 2025