Decimoctavo Domingo después de Pentecostés

Si la discusión central del texto anterior era sobre la relación de los discípulos entre sí (quién era el más grande), ahora el tema se dirige hacia la actitud que los discípulos tienen en relación a otros, primero los que realizan actos poderosos en nombre de Jesús pero no están con ellos (vv. 38-41) y luego la actitud hacia “estos pequeños” (vv. 42-50).

September 30, 2012

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Comentario del San Marcos 9:38-50



Si la discusión central del texto anterior era sobre la relación de los discípulos entre sí (quién era el más grande), ahora el tema se dirige hacia la actitud que los discípulos tienen en relación a otros, primero los que realizan actos poderosos en nombre de Jesús pero no están con ellos (vv. 38-41) y luego la actitud hacia “estos pequeños” (vv. 42-50).

Uno que no nos sigue
En nuestro texto, y sin mencionar ningún nexo, aparece Juan como un nuevo personaje, individualizándolo del resto de los discípulos. La RV95 sitúa las palabras de Juan como una respuesta a Jesús, pero es mejor entenderlas como la introducción de un nuevo tema, tal vez para salir cuanto antes de aquella situación embarazosa en la que los discípulos se habían metido (ver 9:34).

Juan, uno de los tres que subieron con Jesús a la montaña y vieron su transfiguración (9:2), quiere mostrar a Jesús su celo y el de sus compañeros. Le informa a Jesús que había uno “que no nos sigue” que echaba fuera demonios en el nombre de Jesús pero ellos se lo prohibieron (9:38). Vale recordar que los discípulos que no habían subido a la montaña (9:14-18) no pudieron expulsar un demonio y Jesús los recriminó duramente acusándolos su falta de fe (9:19). Con este episodio tan cercano al nuestro, no se puede dejar de percibir la falta de tino de parte de los discípulos. Por otro lado Jesús aconseja una aproximación totalmente distinta a la situación.

Para Jesús quien realiza un acto de poder (milagro, traduce la RV95) en su nombre no debe ser visto como algo peligroso sino más bien como algo positivo, pues éste o ésta no podrá hablar mal de él (9:39). Mercedes Navarro en su comentario a Marcos relaciona esta situación con la de Nm 11:24-29 ya que en ambos casos aparece una mirada no  exclusiva sobre el don recibido por Dios, sino que por el contrario ven como algo positivo y bueno que éste se extienda a otros y otras.

Actuar en el nombre de Jesús está en el centro de estos primeros tres versículos. Aparecen primero uno que realiza actos de poder en el nombre de Jesús (v.38) y otro que da un vaso de agua  en su nombre (v.41). En ambos casos no se trata de seguidores de Jesús sino de extraños a la comunidad de creyentes pero que tienen una mirada positiva sobre él. Tal vez se trata de simpatizantes.

La perspectiva de Jesús sobre quienes actúan en su nombre sin ser miembros de la comunidad de seguidores es positiva, es una invitación a no comprender la pertenencia a la comunidad de seguidores en criterios de exclusividad sino de inclusión. No se trata de desalentar la pertenencia activa en la comunidad, sino que ésta no tenga una actitud negativa o demasiado celosa para aquellos que aún no han dado ese paso. Esto es aún más relevante cuando la comunidad está en una situación de agresión externa, lo que explicaría el comentario en el v.40.

Estos pequeños
Jesús continúa hablando; ahora parece como si retomara el tema después de la interrupción de Juan. Y vuelve a dirigir la mirada hacia “estos pequeños”. Considero que en el contexto narrativo en el que estamos se trata de un mención concreta a niños o niñas. De hecho en el v.37 Jesús tenía a uno/a de ellos/as en sus brazos.  Es cierto también que la mención de “estos pequeños” puede extenderse a otros y otras que están en sentido de vulnerabilidad e indefensión; de hecho la mención de “los que creen” parece apuntar en esa dirección.

Si la mirada de Jesús hacia aquellos que realizan “acciones poderosas” en su nombre es de tolerancia, “escandalizar a estos pequeños” es vista como una acción gravísima ilustrada con imágenes terribles.

Estas consecuencias tremendas para quienes escandalicen a estos pequeños son comprensibles si tomamos en cuenta el texto del domingo anterior. Quienes recibían a uno de esos pequeños en su nombre recibían a Jesús y a Dios mismo, así que podemos entender qué le espera a quien aleje a uno de estos pequeños de Jesús.

Considero que Jesús está advirtiendo a sus discípulos sobre el abuso de poder. El estar en cercanía de Jesús los hace sentir con autoridad. Eso se lo hicieron sentir a aquel que realizaba acciones poderosas en el nombre de Jesús. El tema es que también pueden utilizar esa misma cercanía para escandalizar y por lo tanto alejar de Jesús a alguno/a de estos pequeños; de hecho esto es lo que hacen los discípulos en Mc 10:13. Por lo tanto es esencial mantenerse atento a cómo uno/a se comporta con quienes son más vulnerables y/o débiles.

Jesús se vuelve entonces sobre tres partes del cuerpo: manos, pies y ojos. Los dos primeros representan en el contexto de Jesús la zona de la acción premeditada, “es la zona de la conducta exterior o interacción con el medio ambiente.”1 Los ojos representan la zona del pensamiento emotivo que “incluye en un todo voluntad, intelecto, juicio, personalidad y sentimiento.”2 No se trata entonces de una invitación a la automutilación sino a un duro y constante trabajo de ir dejando atrás, de renunciar a aquello que nos ata al pecado y hace escandalizar a “estos pequeños”.

Finalmente, el texto concluye con un invitación a mantener la paz unos con otros, algo apropiado teniendo en cuenta que lo que había iniciado el diálogo al entrar a la casa en Capernaúm era la discusión entre los discípulos por quién era el más grande (9:34). “Tened sal en vosotros mismos…” (v.50) no es otra cosa que la invitación a mantener la enseñanza de Jesús que pone al que sirve como el primero y a un/a pequeña/o como centro de atención y cuidado.


1Bruce Malina y Richard Rohrbaugh, Los evangelios sinópticos y la cultura mediterránea del Siglo I (Estella: Verbo Divino, 2006), 407.
2Ibid., 406.

Bibliografía específica utilizada
Aparte del libro de Bruce MALINA y Richard ROHRBAUGH mencionado en las notas al pie, fueron utilizados:
GNILKA, Joachim. El Evangelio según San Marcos Vol II. Salamanca: Sígueme, 1993.
MATEOS, Juan y CAMACHO, Fernando. El Evangelio de Marcos. Análisis lingüístico y comentario exegético Vol. II. Madrid: El Almendro & Fundación Epsilón, 2000.
NAVARRO PUERTO, Mercedes. Marcos. Estella: Verbo Divino, 2006.
WILLIAMSON Jr., Lamar. Marco. Torino: Claudiana, 2004.