First Sunday in Lent (Year A)

Nos acercaremos a este drama que Mateo nos está presentando aquí observando a los personajes.

Matthew 4:2
"He fasted forty days and forty nights, and afterwards he was famished." Photo by Lauren Kay on Unsplash; licensed under CC0.

March 1, 2020

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Comentario del San Mateo 4:1-11



Nos acercaremos a este drama que Mateo nos está presentando aquí observando a los personajes.

Una de las claves de estos personajes es que tienen dentro de sí un mundo. Un mundo que se despliega en las palabras, en las acciones, en los gestos. La actuación revelará ese mundo interno que tiene una historia que lo genera y va moldeando al personaje que está actuando.                                         

Jesús y el diablo son dos personajes mateanos con su propia historia. Dos historias que se van a enfrentar para generar sentido.

No es algo raro en Mateo esto de buscar la historia de los personajes. Es Mateo quien comienza su evangelio con la genealogía de Jesús. Con un listado de personajes que detrás tienen toda una historia. Historias que terminarán cristalizando de algún modo en la historia/vida de Jesús.

Pero ¿qué historias no dichas se encuentran presentes en este diablo y en este Jesús?

Una historia en tres actos…

Personajes que se muestran como son…Primer acto…

Los personajes son presentados en su medio. En el v. 1 se los nombra como diablo, Jesús y Espíritu Santo. Son llevados los tres a una escenografía que tiene de por sí una historia muy fuerte en la vida del pueblo de Dios: el desierto.

Cuando esos personajes entran al escenario (v. 1) y empiezan su actuación se producen en ellos mutaciones. El que había sido nombrado como “diablo” ahora es el “tentador” en el v. 3. En este mismo versículo el tentador nombra a Jesús dándole un libreto para actuar: “si eres Hijo de Dios…” En el v. 4 vemos que Jesús no acepta ese libreto de actuar como Hijo de Dios, sino que responde como ser humano: “No sólo de pan vivirá el hombre…”

Acá las historias de cada personaje se encuentran oponiéndose. Por un lado, está la historia de la mentira, de la intención de hacer caer al otro. La antigua historia del diablo, o del tentador, es la de destruir la persona que está enfrente. Por otro lado, enfrentando a este personaje mentiroso, está alguien con hambre. Toda la historia de este personaje se resume en estar hambriento. Es desde ahí que responde y su respuesta lo construye como ser humano, y ser humano en vinculación con Dios. Jesús es un personaje que responde desde el cuerpo, un cuerpo con hambre. El tentador no muestra su cuerpo. Las historias de los dos se distancian en este punto.

Personajes que se hacen intensos…Segundo acto…

En el primer acto el tentador sólo se acerca a Jesús (v. 3). Ahora, en este segundo acto, lo agarra (v.5) y lo lleva a lo alto del templo. La acción es sumamente fuerte. Los cuerpos ahora se hacen totalmente presentes. El del diablo (nuevamente se lo nombra así) que agarra y el de Jesús que es arrastrado hacia lo alto del templo.

La propuesta del diablo sigue. “Tírate abajo.” ¡Destrúyete a ti mismo! Pareciera que la historia del diablo sigue siendo la misma, pero ahora retoma una estrategia de su oponente: cita la Escritura. Una Escritura en donde el cuerpo está totalmente presente: manos, pies, te levantarán; “en sus manos te sostendrán” (v. 6). Casi parece que la Escritura dijera: ¡los ángeles te abrazarán!

Y sin embargo, una vez más Jesús encuentra algo en la historia de ese personaje oponente que no acepta. Encuentra otra Escritura. Descubre que ese personaje-diablo está invitando a transformarlo a él mismo en otro diablo. “No tentarás al Señor tu Dios,” responde Jesús, y revela que la intención del diablo es transformarlo a él mismo en un tentador, un nuevo diablo. Tentar a Dios…

Y no podemos dejar de notar que en todo esto el diablo vuelve a intentar imponer a Jesús un libreto: “si eres Hijo de Dios” (v. 6). Nuevamente no hay respuesta sobre esta propuesta. Jesús directamente la deja de lado; el peligro de transformarse en un tentador de Dios es mucho más fuerte en este acto.

El final…Tercer acto…

La escena comienza con la misma violencia que la anterior: el diablo agarra a Jesús y lo lleva a un monte muy alto (v. 8). Nuevamente una historia detrás: un monte, una memoria de aquel líder Moisés que encontraba a Dios en el monte Sinaí y ese Dios le pedía liberar a su pueblo. Aquí la escena se pinta parecida: un ser divino, un monte y las poblaciones. Y el pedido de adoración…

Nuevamente los cuerpos. El diablo le pide que se arrodille, que se postre (o que se agache, o incluso que caiga, como también puede traducirse el verbo griego pipto usado en el original del v. 9). Pareciera que el v. 9 condensa todo el motivo de la actuación. Los tres actos tenían esta intención desde el comienzo. Aquí es donde se descubre la verdadera intención de este personaje diablo. Ante esta confesión, la supuesta preocupación por el bienestar de Jesús en el acto 1 o la prueba por la seguridad en el acto 2 se muestran como mentiras. El parlamento del diablo en el v. 9 descubre el detrás de los motivos: transformar a Jesús en un seguidor suyo.

En el v. 10 Jesús nombra a su adversario en forma directa. Parece incluso que lo descubriera en su personalidad más antigua. Para este des-cubrir no usará denominaciones griegas como podrían ser diabolos (que no tiene una historia tan antigua en la memoria del pueblo de Dios) o peirasmos (tentador, aquí usado en forma de participio). Usa la misma palabra aramea, la que tenía peso, la que encerraba en sí la memoria del pueblo: Satanás.

En este último acto el personaje Jesús toma la acción. Hasta aquí fue un sujeto pasivo en cuanto a su cuerpo. Llevado por el Espíritu al desierto, agarrado por el tentador, ahora es él quien da una orden directa a otro cuerpo, al otro personaje: “¡Vete!” (v. 10).

Para reflexionar

¿Y la historia detrás de los personajes que hoy actúan en nuestra vida social, política, económica, cultural? Parece que hoy nuestra historia no tiene peso; parece que hoy la historia se puede disolver para encontrar a personajes que aparecen sin historia, sin acciones anteriores que los definen de una u otra forma.

Tal vez sea esta una primera invitación en tiempos de cuaresma. Tal vez averiguar la historia detrás de los personajes de poder en este mundo y en este tiempo… ¿Qué es lo que de hecho hacen con Jesús? ¿Qué es lo que haría Jesús con ellos?