First Sunday of Christmas (Year A)

El versículo trece de Mateo 2 inicia con la frase: “Después que partieron ellos,” refiriéndose a los sabios o magos de Oriente que llevaron regalos al niño Jesús.

December 26, 2010

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Comentario del San Mateo 2:13-23



El versículo trece de Mateo 2 inicia con la frase: “Después que partieron ellos,” refiriéndose a los sabios o magos de Oriente que llevaron regalos al niño Jesús.

Inmediatamente después, la narración se enfoca en José, quien por revelación en sueños, es instruido para que lleve al niño y a María a Egipto, ya que el rey Herodes respondería drásticamente al darse cuenta que los sabios de Oriente habían regresado por otro camino y no le habían indicado el lugar donde el niño se encontraba. Es importante destacar en este versículo, que José recibe revelación divina de un ángel por medio de un sueño. Dicha revelación lo alerta del peligro inminente de muerte que corre el niño Jesús. La revelación en sueños da instrucciones precisas a José, mencionando el lugar a donde tenía que dirigirse, que es Egipto, y la razón por la cual tiene que huir, señalando a Herodes, como la persona de la cual tenían que cuidarse. La revelación es dada a José, quien junto con María, serían los encargados del cuidado del niño Jesús. José, por medio de esta revelación, se daría cuenta que Dios está en control de sus vidas y no permitiría que algo malo le sucediera al niño Jesús.

El versículo catorce relata que, en cuanto José despertó del sueño, obedeció la instrucción que se le había dado y aun siendo de noche, se levantó y junto con María y el niño, partió hacia Egipto, que quedaba a 200 millas de Belén. José no dudó en obedecer lo que el ángel le dijo. No esperó unos días para comprobar si en verdad estaban en peligro. De manera inmediata llevó a cabo lo que le fue indicado por el ángel. Esta no era la primera vez que José recibía revelación de Dios por medio de sueños. Ya él, por el mismo medio, había sido instruido de no dejar a María por el hecho de estar embarazada (Mateo 1:20).

El versículo quince menciona que José, María y el niño, permanecieron en Egipto hasta la muerte de Herodes, de esa manera se aseguraría que el niño estuviera a salvo. Se menciona que todo esto aconteció para que se cumpliera lo dicho por el profeta. Esto se refiere a lo mencionado en Oseas 11:1.
Los versículos dieciséis al dieciocho, mencionan la matanza de niños que Herodes ordenó, dado que se sintió burlado por los magos quienes ignoraron su solicitud de indicarle el lugar donde estaba el niño. El resultado de la desobediencia de los magos fue el enojo de Herodes y su decisión de matar a todos los niños menores de dos años en la ciudad de Belén y sus alrededores, pensando Herodes que con esto eliminaría al rey de los judíos mencionado por los magos. Sin embargo, Herodes desconocía que Dios ya había alertado a José sobre dicho peligro y el niño estaba a salvo en Egipto. Se menciona el pasaje de Jeremías 31:15 que relata el sufrimiento y lamento por la matanza de niños inocentes. Dicha referencia menciona la ciudad de Ramá, la cual se encuentra en el límite sur del reino de Israel. La ciudad de Belén estaba cercana a esta zona geográfica. Nuevamente encontramos que Mateo incluye y resalta el cumplimiento de una profecía del Antiguo Testamento, en este caso, del profeta Jeremías. La región de Belén y sus alrededores lloró y se lamentó por tan cruel orden de Herodes.

Los versículos diecinueve al veintiuno, comentan que José nuevamente recibe revelación divina por medio de sueños. En dicha revelación, un ángel le informa de la muerte de Herodes, con lo cual el peligro para el niño Jesús quedaba disipado. La revelación le indica a José, que debe regresar a Israel con María y el niño. Tal como sucedió en el versículo catorce, José, obedece de manera inmediata y regresan a Israel. José tenía la confianza de que aquel que procuraba la muerte del niño Jesús, es decir Herodes, había muerto.

El versículo veintidós menciona que José en sueños es alertado sobre la presencia de Archelao, hijo de Herodes, en la región de Judea, que es donde se encuentra situada Belén. Por lo cual, es instruido para que viaje a Nazaret, ubicada en la región de Galilea.

El versículo veintitrés, comenta que José, María y el niño Jesús, se establecieron en Nazaret, para cumplir con lo profetizado que Jesús sería llamado nazareno, haciendo referencia al pasaje de Isaías 11:1.

Algunos elementos a resaltar en el pasaje de Mateo 2:13-23 son:
• El uso de sueños como medio de revelación divina. En este caso, José, es quien recibe tal revelación, donde un ángel le indica con detalle lo que tiene que hacer. Dios está en control de la vida de sus hijos, librándolos de la muerte. La revelación por medio de sueños se menciona en las Escrituras en diferentes pasajes.

• José obedeció las instrucciones que le fueron dadas. Cuando los hijos de Dios obedecen su palabra, se libran de peligros y  sufrimientos. José, al seguir lo que le indicó el ángel, libró al niño Jesús de una muerte segura, de haberse quedado en Belén, y también evitó el sufrimiento tanto de María como de él, al ver muerto al niño Jesús. Este pasaje resalta la relevancia que tiene la obediencia a Dios. José, pudo haber huido a otra ciudad, o pudo haber regresado a Nazaret, pero cumplió al pie de la letra lo que le fue dicho por el ángel, obedeciendo de manera íntegra.

• En estos diez versículos se menciona el cumplimiento de tres profecías encontradas en el Antiguo Testamento. La primera, hecha por el profeta Oseas, quién vivió entre los años 750 y 725 a.C. La segunda, hecha por el profeta Jeremías, quién vivió entre los años 650 y 586 a.C. La tercera, hecha por el profeta Isaías, quién vivió entre los años 770 y 760 a.C. Esto reitera que Dios es fiel a sus promesas y que el nacimiento de Jesús es el cumplimiento de lo que Dios dijo por medio de sus siervos los profetas, dando testimonio de la veracidad de dichas profecías.