Octavo domingo después de Pentecostés

El texto se puede dividir en dos partes: del versículo 13 al 15 se relata la historia de dos hermanos que están en busca de su herencia y del versículo 16 al 21, la parábola del rico insensato.

Luke 12:18
"I will pull down my barns and build larger ones, and there I will store all my grain and my goods."Photo by Randy Fath on Unsplash; licensed under CC0.

August 4, 2019

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Comentario del San Lucas 12:13-21



El texto se puede dividir en dos partes: del versículo 13 al 15 se relata la historia de dos hermanos que están en busca de su herencia y del versículo 16 al 21, la parábola del rico insensato.

Estos relatos son propios del evangelio de Lucas y están dentro de la sección mayor del evangelio que podríamos llamar “Jornada a Jerusalén.” En este sentido, el/la lector/a cuidadoso/a puede notar que el autor del texto desea que con los relatos y parábolas de esta sección preparemos nuestros corazones para el evento de la cruz y la resurrección como el clímax de la historia de Jesús.

Algunas preguntas iniciales que el/la lector/a puede hacerse son las siguientes: ¿Qué significa ser un/a discípulo/a de Jesús? ¿Qué es lo más importante de la vida a luz de la teología de la cruz y la resurrección de Jesús? ¿Cómo lidiar con los asuntos monetarios y las posesiones desde esta perspectiva? ¿Por qué Jesús llama insensatas a las personas que se comportan como el personaje de la parábola? A continuación, algunas reflexiones sobre estos temas.

Los hermanos y su heredad

Como dijimos, del versículo 13 al 15 vemos la historia de dos hermanos que quieren que se repartan los bienes de manera equitativa. Presumiblemente, el hermano menor no ha recibido lo que le corresponde y desea que Jesús sea el juez justo y repartidor generoso de la herencia. Como en otras ocasiones, Jesús no responde directamente al pedido del hermano menor. En vez de ello, utiliza el momento y la oportunidad para enseñar a todas las personas sobre el dinero, las riquezas y el propósito de la vida.

Jesús nos invita a que reflexionemos sobre las motivaciones del corazón. ¿Dependemos totalmente de Dios en todas las áreas de nuestras vidas? ¿O nos afanamos tanto en las labores diarias para pagar las cuentas y poner dinero en el banco que nos olvidamos que lo más importante de la vida es el legado espiritual y le generosidad con los demás? La frase clave de esta sección parece ser el versículo 15: “Mirad, guardaos de toda avaricia, porque la vida del hombre no consiste en la abundancia de los bienes que posee.” La palabra traducida como “avaricia” en el original griego es pleonexia y puede definirse como codicia y deseo obsesivo de poseer más. En la cultura contemporánea de los Estados Unidos, parece ser que muchas personas se vuelven acaparadoras o hoarders. Adquieren productos en la tiendas, en las ventas de garaje, etc. Luego, cuando ya no tienen espacio para esas cosas en sus hogares, las almacenan en lugares donde se paga mensualmente. En la siguiente parábola, Jesús ahonda más el tema.

El rico insensato

La segunda parte del texto, en los versículos 16-21, se enfoca en la parábola del rico insensato. El predicador y líder de los derechos civiles Dr. Martin Luther King Jr. compartió un sermón titulado “¿Por qué Jesús llamó insensato a un hombre?”1 El Dr. Luther King Jr. da tres razones:

  1. Porque los medios llegaron a ser más importantes que el fin, es decir, estaba tan preocupado por las riquezas que se olvidó del propósito eterno de la vida;
  2. Porque no logró reconocer su dependencia de otros. En la parábola no hay ninguna referencia a la esposa o hijos del personaje. Tampoco se menciona a sus amigos ni a la comunidad. ¡Qué triste que haya personas que viven una vida tan aislada y vacía!; y
  3. Porque no logró reconocer su dependencia de Dios. Las riquezas pueden distraernos del enfoque real de la vida y de la confianza plena en Dios que es el “Jehová proveerá” (Génesis 22:14, donde el original hebreo es yireh Yahweh), el proveedor.

La actitud del personaje necio y avaro en el versículo 19 se hace eco de los textos de Isaías 22:13 (“¡Comamos y bebamos, porque mañana moriremos!”) y de 1 Corintios 15:32 (“¿de qué me sirve? Si los muertos no resucitan, ‘Comamos y bebamos, porque mañana moriremos’”). La palabra que se traduce como “alma” en los versículos 19 y 20, en el original griego es psyche y en otras versiones de la Biblia se traduce como “vida.” La palabra psyche denota aliento, vida, espíritu, fuerza vital, es decir, Jesús desea que su audiencia y sus discípulos descubran la esencia vital del alma. Jesús desea enseñarnos a cómo mantener el alma saludable e integral en relación a Dios y al prójimo.

La parábola del rico insensato nos desafía a todos/as a examinar en lo profundo de nuestro ser cuál es nuestra actitud con respecto al dinero y a las propiedades. ¿Es el fin del ser humano adquirir riquezas porque sí? ¿O es un medio por el cual Dios puede guiarnos para ser de bendición para las demás personas? Jesús llama a la persona rica “insensata” no por las riquezas ni el dinero sino porque esta persona se ha enfocado tanto en sí misma y en sus riquezas que se ha olvidado de Dios, su familia y su comunidad.

Bien dice una frase popular que “nunca se verá un camión de U-Haul detrás de un coche fúnebre,” es decir, cuando uno acumula cosas o se muda utiliza un camión para trasladar sus tesoros y propiedades, pero cuando nos toque ir al cementerio y la tumba es absurdo pensar que podremos llevar con nosotros/as un camión de bienes.

Este texto también desafía a quienes predican el evangelio de la prosperidad fácil. De acuerdo con este texto, en esta vida no se trata de acumular riquezas. Muchas personas usan la religión y la fe para manipular las emociones. Dicen frases como “si das esta cantidad de dinero a la cuenta bancaria o llamas a este número en la pantalla Dios te va a hacer rico,” pero Jesús nos dice “necios/as” e “insensatos/as.” Jesús nos invita a reflexionar sobre cómo estamos ejerciendo mayordomía de lo mucho o lo poco que tenemos en la vida. Si el resumen de la ley y los profetas es “Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma y con toda tu mente” y “Amarás a tu prójimo como a ti mismo” (Mateo 22:37-39), ¿cómo podemos obedecer estos mandamiento con nuestros bienes y dinero? ¿Cómo podemos compartir nuestros bienes y riquezas con las demás personas de una manera saludable?


Nota:

1. Traducido y resumido por Noé Juárez del original en inglés (Accedido el 7 de Junio, 2019).