Decimoctavo domingo después de Pentecostés

Una fe cristiana abierta a “lo popular”

October 1, 2023

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Comentario del San Mateo 21:23-32



Si la fe cristiana no se vive en soledad, ¿cómo nos relacionamos con “el pueblo” y con “lo popular”? 

El texto que nos ocupa (vv. 23-27) está situado en el marco del mayor grado de popularidad de Jesús de Nazaret (tras la “entrada triunfal” a Jerusalén, sede simbólica y “concreta” de la autoridad y el poder en Israel). Jesús llega desde los márgenes hacia ese centro simbólico del poder. Es recibido por el pueblo con gran alegría y expectativas mesiánicas. 

Jesús vino al templo y estaba enseñando allí (v. 23). Ejercer esa actividad en ese lugar ya era todo un desafío para las autoridades establecidas, por lo cual lo increpan de modo directo: “¿con qué autoridad (exousía) haces estas cosas?” 

Jesús no quiere enredarse en una discusión aparentemente estéril, por lo que decide responder con una acción que enfatiza su propia cualidad como rabí. A una pregunta responde con otra pregunta, y en los siguientes episodios de esta disputa hará referencias a dichos, comentarios, imágenes clásicas de la enseñanza de los “maestros” (vv. 28-32, v. 42). 

Ante la indagación sobre su fuente de autoridad, Jesús pregunta por la autoridad que respaldaba a Juan el Bautista. Pone en aprietos a los principales sacerdotes y ancianos (luego aparecerán explícitamente los fariseos; v. 45). Jesús logra varias cosas con esta acción. Primero, evita responder; segundo, corre el eje de la discusión hacia Juan el Bautista, quien gozaba de mucho aprecio y respaldo popular; tercero, el propio Juan había respaldado a Jesús (Mt 3:13-17; 11:2-13). Los acusadores aceptan el rodeo irónico que les propone Jesús; una suerte de “disputa entre rabinos,” en plano de igualdad. El texto de Mateo nos informa que “discutían,” “discurrían” (dielogizonto) ante la pregunta de Jesús. Si respondían que obró bajo la autoridad divina (“del cielo,” ex ouranos), ellos quedaban expuestos por haberlo rechazado, por no haberle creído (ouk episteusate auto). Pero si respondían que solo hablaba palabra humana, “de los hombres” (ex antropon), las autoridades del templo temían cómo podría reaccionar el pueblo (foboúmetha ton ochlon). Los acusadores se ven en la necesidad de negarse a responder, en un acto de auto-humillación. ¿Cómo es que ellos no sabían con qué autoridad actuaba Juan?

Y aquí llegamos al centro temático de este pasaje: el pueblo. El pueblo respaldaba a Juan y a Jesús y no respaldaba a estas autoridades del templo. Antes bien, las autoridades ejercían despóticamente su poder cargando con más culpa y negatividad al pueblo oprimido, al rechazar las ofrendas de los pobres, etc. (vv. 12-16). 

Como pista homilética, entonces, deberíamos preguntarnos, en el contexto comunitario en el que vivimos la fe cristiana, ¿cómo discernimos el carácter popular de quienes sirven a Dios y hablan con su autoridad? El criterio popular no puede ser el único, porque el mismo pueblo a veces puede equivocarse o fácilmente ser manipulado (Mt 27:20). Sin embargo, no podemos vivir la fe cristiana “de espaldas” a lo popular. Hay un valor allí; Jesús prefiere estar del lado de ese respaldo popular, y el texto de Mateo parece destacarlo en esta disputa entre rabinos. 

En la siguiente sección (vv. 28-32) tenemos la parábola “de los dos hijos,” que solo aparece aquí en Mateo. Hay literatura rabínica que precede a esta parábola, lo que continúa situando esta disputa en el terreno de la sabiduría rabínica. Según Mateo, Jesús pronuncia esta parábola en la cual el padre de dos hijos pide a ambos que vayan a trabajar a la viña (v. 28). La idea del trabajo para el Señor como “viña” es frecuente en la literatura bíblica (Is 5:1-7). Una posible resonancia de las palabras de Jesús quizá sea una versión rabínica según la cual Dios delibera sobre a qué pueblo entregar la Torah, para que la sigan. Varios pueblos rechazan el compromiso, no aceptan. Pero un pueblo acepta, dice que va a cumplirla, pero luego no la cumple. ¿Con qué pueblo se va a enojar más Dios? Se pregunta el sabio… 

La disputa sobre la autoridad de Jesús, en el marco de la enseñanza en el Templo, reaparece aquí en forma de parábola. Se trata de un recurso retórico muy potente, porque los oyentes—en particular aquellos a quienes va dirigida la parábola—están “con la guardia baja.” El mensaje es muy claro: a Dios le interesa que “hagan su voluntad” y no que solo se comprometan con una declaración, sin realizar las acciones concretas consecuentes (vv. 29-31). Según este texto, lo importante es “hacer” la voluntad Padre (v. 31). El teólogo metodista argentino José Míguez Bonino llamaba a esto la “fe en busca de eficacia,” es decir, la importancia que tenemos que dar (los evangélicos) a las acciones (quizá por un peligroso énfasis en una “fe separada de las obras” que heredamos los protestantes). En la misma línea, el filósofo Louis Althusser invitaba a considerar las acciones, más que el contenido de los discursos, a la hora entender las prácticas religiosas. 

Uno de los textos más escandalosos de toda la Biblia es del v. 31 del texto de hoy: “los publicanos y las rameras (pórnai) van delante/primero (proágousin) de vosotros al reino de Dios.” Insistiendo con alinearse con Juan el Bautista en el conflicto con las autoridades religiosas, Jesús privilegia y destaca a estos grupos rechazados, excluidos, menospreciados, como aquellos que se vieron interpelados por la predicación de Juan: “y le creyeron” (episteusan) (v. 32). Es muy probable que los integrantes de la comunidad judeocristiana de Mateo provinieran de los estratos más bajos de la sociedad, como aquí se afirma (cf. Theissen). 

¿En qué sentido “le creyeron”? ¿Se trató de declaraciones o de acciones concretas? ¿Qué intereses y grupos sociales están detrás de las autoridades religiosas y detrás de la praxis de Juan el Bautista y de Jesús? El texto no responde inmediatamente estas preguntas, pero podemos pensar (homiléticamente) en esa dirección: ¿qué grupos sociales se sienten interpelados por la predicación de nuestra comunidad? ¿Qué significa, concretamente, hacer la voluntad del Padre en nuestra congregación? ¿Somos conscientes de que nuestro discipulado sigue a alguien que destacó la fe de las prostitutas? Como proclamando un dictum freudiano, Jesús quiere “hacer consciente lo inconsciente.” Quiere traer a la luz lo que nuestra sociedad oculta y desprecia; hablar de los tabúes. En un diálogo abierto a “lo popular” pueden surgir respuestas muy enriquecedoras. 


Bibliografía

  • Althusser, Louis. Ideología y Aparatos Ideológicos Del Estado. México: Siglo XXI, 2008.
  • Evans, Craig A. Matthew. New York: Cambridge University Press, 2012.
  • Jeremías, Joachim. Interpretación de las parábolas. Traducido por Francisco Javier Calvo. 9.a ed. Sevilla: Verbo Divino, 2009
  • Luz, Ulrich. “Intertexts in the Gospel of Matthew.” Harvard Theological Review 97, no. 2 (April 2004): 119–37.
  • Míguez Bonino, José. La fe en busca de eficacia. Una interpretación de la reflexión teológica latinoamericana de liberación. Salamanca: Sígueme, 1977.
  • Theissen, Gerd. Estudios de Sociología Del Cristianismo Primitivo. Traducido por Francisco Ruiz and Senén Vidal. Salamanca: Sígueme [orig. 1979], 1985.
  • Theissen, Gerd. Sociología Del Movimiento de Jesús: El Nacimiento Del Cristianismo Primitivo. Traducido por José Antonio Jauregui. Santander: Sal Terrae, 1979.