Second Sunday of Christmas

Los primeros nueve versículos del Evangelio según San Juan, en su primer capítulo, señalan diferentes adjetivos y características de Jesús.

January 2, 2011

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Comentario del San Juan 1:[1-9], 10-18



Los primeros nueve versículos del Evangelio según San Juan, en su primer capítulo, señalan diferentes adjetivos y características de Jesús.

Jesús es “el Verbo.” Jesús es Dios. Jesús es el Creador y sustentador de todas las cosas, es la vida y la luz.

Los versículos seis al ocho, se refieren a Juan el Bautista, hijo de Zacarías y Elisabet. Estos versículos mencionan la función que tuvo el ministerio de Juan el Bautista de dar testimonio sobre la venida de Jesús. El ministerio de Juan el Bautista fue el de preparar el camino y a la gente por medio de la predicación enfocada al arrepentimiento (Lucas 3:3).

En el versículo nueve, se denota que la predicación de Juan era un mensaje introductorio sobre Jesús, quien es la luz verdadera que vino al mundo para alumbrar a la humanidad.

Los versículos once al trece comentan que Jesús vino a los suyos, al pueblo de Israel,  y hubo quienes no le reconocieron o lo rechazaron, pero aquellos que le recibieron, creyendo en Él, Jesús les dio facultad de ser “hijos de Dios.” Para ser hijo/a de Dios, es necesario creer en Jesús y recibirle en el corazón como salvador. El versículo trece señala que ser hijo/a de Dios es resultado de la voluntad divina, no dependiendo de algún vínculo consanguíneo o voluntad humana.

El versículo catorce habla sobre la encarnación de Jesús, quien siendo Dios, fue hecho carne, es decir, fue un ser humano que habitó y fue miembro de una comunidad, revelando su gloria, gracia, verdad e identidad como unigénito del Padre. Quienes rodearon a Jesús y convivieron con Él mientras ejerció su ministerio en la tierra, fueron testigos de su naturaleza divina. 

El versículo quince nuevamente menciona a Juan el Bautista, enfatizando que Juan predicaba sobre Jesús, quien fue, es y será, pues aunque el ministerio terrenal de Jesús tomó lugar después del  de Juan el Bautista, Jesús, como Dios, es y será por la eternidad, es decir,  su intervención y acción no tienen inicio ni final. A esto se refiere la frase “porque era primero que yo.” Aquí Juan el Bautista entiende que Jesús le precede.

Los versículos dieciséis y diecisiete señalan que la ley fue dado por Dios a Moisés, mientras que la gracia y verdad están en Jesús. Jesús es la fuente de gracia y verdad. Jesús muestra su gracia y verdad de manera directa a la humanidad, ya que al tomar forma humana, derrama dicha gracia y verdad de manera palpable, de esta manera, el ser humano recibe dicha gracia y verdad directamente de Dios.
El versículo dieciocho comenta que nadie ha visto a Dios el Padre y que por medio de Jesús, como su unigénito, la humanidad conoce a Dios. Mientras Jesús estuvo en esta tierra, mucha gente tuvo contacto e interacción con Él. Los que le vieron, le escucharon y compartieron  mientras estuvo en la tierra, vieron y escucharon a Dios mismo.  

Estos primeros dieciocho versículos del capítulo primero del evangelio según San Juan, resaltan los siguientes temas:

• Referirse a Jesús como “el Verbo,” denota acción, ya que dicho término implica consecución. Por medio de Jesús, se lleva a cabo la acción de salvación. Jesús lleva a cabo los planes de redención que Dios tiene para la humanidad. Jesús es la ejecución de dichos planes redentores.

• El versículo primero termina diciendo que “el Verbo era Dios.” Jesús es Dios. El versículo catorce menciona que “el Verbo fue hecho carne,” refiriéndose a la encarnación de Jesús al tomar forma humana. Ambos versículos hablan de Jesús como Dios y como ser humano. El evangelio de Juan resalta así la identidad de Jesús.

• Jesús es  luz,  verdad,  vida y fuente de gracia. Jesús da a conocer de manera directa a Dios el Padre. Jesús es la luz que alumbra a la humanidad. Jesús vino a dar vida abundante. Jesús es la verdad y es dador de dicha verdad a los seres humanos. Jesús es el ejecutor y fuente de la gracia redentora. De esta manera, el evangelio recuerda que la humanidad recibe de Jesús: vida, verdad, luz y gracia.

• Quien cree y recibe a Jesús es llamado hijo/a de Dios. El requisito es creer y recibirle, no siendo necesario ningún vínculo consanguíneo. No es necesario pertenecer a un grupo étnico para ser hijo/a de Dios, así como tampoco depende de voluntad humana.

• Jesús fue, es y será. Jesús es eterno. El versículo tres dice que “todas las cosas por él fueron hechas,” denotando que Jesús es creador de todas las cosas y sin El nada existiría.

• El ministerio de Juan el Bautista como predicador del mensaje de arrepentimiento, preparando los corazones para recibir a Jesús.  Su función fue preparar el camino.