Lectionary Commentaries for June 26, 2022
Tercer domingo después de Pentecostés

from WorkingPreacher.org


Evangelio

Comentario del San Lucas 9:51-62

Neddy Astudillo Mazuera

¿Cuáles son tus dones en tiempos de crisis? Y si tu tiempo es limitado, ¿cuáles son tus prioridades?

1000 abuelas para las generaciones futuras es un grupo de abuelas en California que desde 2016 se han venido organizando con el fin de dejar un planeta más habitable para sus nietas y sus nietos y para las próximas generaciones. Preocupadas por la amenaza del cambio climático y entendiendo que los problemas del cambio climático no pueden separarse de la justicia, ellas van donde las necesitan.

Organizan charlas sobre la intersección entre el racismo y el clima. En tiempo electoral, reparten miles de panfletos y hacen cientos de llamadas telefónicas. Para trabajar según sus dones, se organizan en subgrupos. El equipo legislativo se concentra en la legislación; otras pintan pancartas y murales, a veces en la calle frente a oficinas del gobierno pidiendo justicia climática. Cantan juntas en los eventos, apoyan marchas en favor de los protectores del agua, derechos indígenas, inmigrantes, “Viernes por el futuro.” También colectan fondos. Llevan agua y suministros a las marchas. Algunas actúan como médicos. Como parte de un activismo sagrado, buscan detener la construcción de nuevos oleoductos en tierras indígenas, así como el dragado en la bahía de San Francisco para el paso de buques petroleros hacia la refinería Phillips. Por su edad y por saber que nos quedan menos de siete años para parar el cambio climático, a veces se arriesgan a ser arrestadas en acciones directas no violentas.

Abuelitas para el futuro (Omas for Future) es un grupo similar en Alemania. Por amor a su descendencia, y en apoyo a la juventud organizada por la justicia climática, buscan corregir las acciones de su generación, educando a otras abuelas sobre su impacto en el planeta y promoviendo una cultura ecológica, sostenible y cívicamente participativa para sus años de jubilación. Siendo que, al igual que en los EE. UU., la participación de los votantes es más alta entre las personas de 65 a 74 años y aumenta con el nivel de estudio y los ingresos, reconocen que, si no se solidarizan activamente, la juventud sola no podrá lograr los cambios que el mundo necesita.

Hablamos de la transformación de un mundo en el que la pérdida de la biodiversidad es de 100 a 1000 veces más acelerada de lo normal desde 1970. América del Norte ha perdido casi 3.000 millones de aves en los últimos 50 años y América Latina y el Caribe el 94% de la población de sus animales y plantas desde 1975. Un mundo en el que sólo el 23% de las especies y el 16% de sus hábitats en Europa y Asia Central gozan de buena salud, y en el que el 12% de las especies de animales salvajes en la India están en peligro de extinción.

Si a los discípulos les fue dado poder para mandar que descienda fuego del cielo y la indignación de no encontrar apoyo para el bienestar de Jesús los lleva a querer acabar con los insensibles, ¿cómo utilizamos nosotros/as el poder espiritual que Dios nos ha dado para proteger la creación de Dios y el futuro de nuestras próximas generaciones? Después de todo, fue por todas ellas que Dios envió a su hijo: para que el universo entero se salve a través de él (Juan 3:16).

¿Cuáles son los dones de la iglesia para un tiempo de crisis planetaria?

El pasaje del evangelio de Lucas se desarrolla en un tiempo de crisis. Jesús va camino hacia la cruz. Como la tierra misma, Jesús está cansado de lidiar con el pecado del mundo y su cuerpo necesita descansar. Como la juventud ante la crisis climática, Jesús está conmovido ante un porvenir que no puede cambiar. Como les pasa a las abuelas del futuro, es mucho lo que sus discípulos aún no entienden y poco el tiempo que tiene para instruirlos.

Lucas también añade su propia visión de la historia, cuando le toca escribir el relato en un momento en que la iglesia misma está siendo perseguida y su futuro está en peligro. ¿Cuál es la misión de la iglesia en medio de la crisis? ¿Cuál es su respuesta a la violencia de la que ella misma tiende a ser parte? Y ¿cuál es el plan de Dios para la construcción de su Reino?

Los discípulos pensaban que Jesús sería en carne y hueso el nuevo rey de Israel, pero Lucas se ha dado cuenta de que ese no era el plan de Dios. Lucas también conoce el deseo de disfrutar del fruto del trabajo y la familia. Después de todo, en el Antiguo Testamento el bienestar humano se interpreta como bendición de Dios. ¿Por qué desear lo contrario para los discípulos?

A quienes, como inmigrantes con la esperanza de una vida mejor, cruzamos la frontera buscando el sueño americano y la vida en abundancia que Cristo nos promete, la crisis ambiental y climática nos pone frente a un reto. El reto de entender que, en nuestra generación, una vida humilde y sencilla es lo mejor para el mundo, porque la tierra no puede satisfacer la demanda de recursos naturales que el mundo consumista despilfarrador provoca sin llevarnos a todos a la destrucción. ¿Qué significa, pues, vida en abundancia en tiempos de crisis?

Navegar el camino hacia el Reino de Dios en medio de la crisis ambiental y climática nos exige más que nunca hoy que sigamos al Hijo del Dios Creador. Este camino, al igual que el de las 1000 abuelas, nos lleva a colaborar con las comunidades más afectadas, unirnos con redes para llamar la atención y reprender a quienes optan por la violencia, sacar nuestros ahorros de los bancos que promueven la proliferación de los combustibles fósiles y la deforestación, e invertir en soluciones sostenibles, organizando a las iglesias como centros de educación ambiental, conservación, círculos verdes, clínicas de salud integral, reforestación, jardines comunitarios.

Los discípulos creían que el camino a Jerusalén los llevaría a una victoria política y religiosa inmediata. Por eso no podían comprender el rechazo de los samaritanos. Pero Jesús los envía igual y en este momento y en este tiempo nos envía delante de él a nosotros/as, aun cuando no sepamos si estamos a tiempo ni si nuestros esfuerzos darán el fruto deseado. La victoria es suya y nosotros/as somos sus mensajeros.


Recursos para seguir reflexionando sobre estos temas: