Lectionary Commentaries for April 3, 2022
Quinto Domingo de Cuaresma

from WorkingPreacher.org


Evangelio

Comentario del San Juan 12:1-8

Lydia Hernández Marcial

Este pasaje cuenta con muchas posibilidades para el enfoque en el sermón. Puede abordarse considerando la figura de María y el acto de unción, y marcando el contraste entre el relato de Lucas y el de Juan. Puede también trabajarse poniendo la atención en Judas. Finalmente, la discusión puede centrarse en la respuesta de Jesús al final de la perícopa.

Los/as comentaristas optan frecuentemente por trabajar con el personaje de María y la unción de Jesús con su perfume costoso, que es interpretada por Jesús como la preparación para su sepultura. Pero no es lo que haré yo en este comentario.

La respuesta de Jesús a Judas, quien cuestiona el uso que María le da al perfume, es muy conocida y mal interpretada: “A los pobres siempre los tendrán con vosotros, pero a mí no siempre me tendrán” (v. 8, RVR 1995 adaptada por mí). Y si bien el sistema socioeconómico del antiguo Israel y el de las primeras comunidades cristianas difiere del nuestro, este pasaje se utiliza para justificar la negligencia e inacción hacia la gente pobre en muchos de nuestros países, especialmente en los Estados Unidos de América. Por eso este comentario se enfoca en el versículo 8 y el tema de la pobreza.

La pandemia experimentada alrededor del mundo en los pasados dos años ha alterado la realidad económica de muchas familias. La pobreza y la desigualdad han aumentado a nivel mundial.1 Este tiempo de cuaresma es un momento oportuno para reflexionar en torno a la pandemia, la pobreza y los evangelios.

El texto en su contexto

La reacción de Judas ante el uso del aceite perfumado sobre Jesús se presenta como una intención noble: ayudar a la gente necesitada utilizando el dinero que debió haber costado el perfume. Sin embargo, el narrador revela las intenciones detrás del comentario de Judas: él solo deseaba tener el dinero en las arcas que administraba, para así enriquecerse. En cambio, la respuesta de Jesús también resulta incómoda y parece ser egoísta. ¿Cuál es la intención de Jesús?

Debemos considerar el trasfondo bíblico de esta frase. Jesús y las comunidades del Nuevo Testamento utilizaban como escrituras el Antiguo Testamento. La misma expresión hacia la pobreza se encuentra en Deuteronomio 15 y el mensaje de los profetas. Por tanto, es vital examinar Deuteronomio 15:4, 7­–11 para intentar encontrar el sentido de Juan 12:8:

No habrá mendigos entre los tuyos…
Cuando haya algún pobre entre tus hermanos en alguna de tus ciudades, en la tierra que Jehová, tu Dios, te da, no endurecerás tu corazón ni le cerrarás tu mano a tu hermano pobre, sino que le abrirás tu mano liberalmente y le prestarás lo que en efecto necesite. Guárdate de albergar en tu corazón este pensamiento perverso: “Cerca está el séptimo año, el de la remisión,” para mirar con malos ojos a tu hermano pobre y no darle nada, pues él podría clamar contra ti a Jehová, y se te contaría como pecado. Sin falta le darás, y no serás de mezquino corazón cuando le des, porque por ello te bendecirá Jehová, tu Dios, en todas tus obras y en todo lo que emprendas. Pues nunca faltarán pobres en medio de la tierra; por eso yo te mando: Abrirás tu mano a tu hermano, al pobre y al menesteroso en tu tierra.

Hay varios aspectos importantes a considerar respecto a la pobreza en el código deuteronómico:

  1. El asunto de la pobreza se aborda en el contexto del año del perdón de deudas.
  2. La pobreza no debe existir entre quienes son de la misma tribu o comunidad (lit. “hermanos”). No se le puede cobrar la deuda en el año de remisión, que es el año en el que también se deja descansar la tierra.
  3. La bendición de Dios depende del cuidado que se les da a los pobres.
  4. Es un pecado no dar un préstamo cuando una persona de la comunidad está en necesidad porque el día del perdón de las deudas se acerca.
  5. Porque la pobreza es una realidad constante, es responsabilidad del pueblo que obedece a Dios dar con generosidad (“abrir la mano”) a quien pertenece a la comunidad y a toda persona que esté en pobreza (‘anî en el original hebreo) y quien tiene que mendigar (’ebiôn en el original hebreo).

El principio descansa sobre la responsabilidad comunitaria: una comunidad que cuide de su gente no debe tener gente pobre. De esto depende la bendición de Dios sobre Israel (Dt 15:7–10).

En la porción del evangelio para este quinto domingo de cuaresma, la palabra ptōjós del original griego describe a las personas pobres. Justamente en la versión griega del Antiguo Testamento, la Septuaginta, la palabra ’ebiôn del hebreo aparece traducida como ptōjos. Por lo tanto, la pobreza a la que hace alusión Juan 12 es la de la persona que necesita mendigar para poder subsistir. El dinero correspondiente al costo del perfume sí hubiera traído un gran alivio a quienes no tenían los medios para subsistir. Sin embargo, Jesús, cuando recaba la atención a su persona afirmando que los pobres siempre existirían, recuerda a sus oyentes su responsabilidad continua como miembros de la comunidad. La pobreza existe y por lo tanto, hay que encargarse de cubrir las necesidades de los hermanos y hermanas. Podríamos decir que es un eco del “dénle ustedes de comer” de Mateo 14:16, Marcos 6:37 y Lucas 9:13.

Bendición de Dios

Si seguimos la referencia de Deuteronomio 15, atender la pobreza es un requisito para recibir la bendición de Dios. La bendición no es un asunto individual, sino comunitario. Un salmo muy conocido y amado en la tradición eclesial contemporánea es el Salmo 133: “Miren qué bueno y placentero es que habiten los/as hermanos/as juntos/as…porque allí envía el Señor bendición y vida abundante” (traducción mía). Este salmo también deja claro que el concepto de bendición es un asunto que no se limita a lo individual, sino que se manifiesta en la comunidad. Es importante resaltar este detalle cuando la bendición se ha comercializado en medio nuestro. Frases en las redes sociales (#blessed/#bendecido) y ropa y productos con ese hashtag impreso en ellos, reflejan el pensamiento de muchos que dice “Mientras yo esté bien, todo está bien.”

Pudiera parecer que Jesús sigue la tendencia #blessed, mas esa no es su intención. Jesús valida el gesto de devoción de María ante su muerte inminente. Él pronto dejaría de estar en medio de ellos/as. Ese momento puntual no elimina la responsabilidad hacia la gente pobre de la comunidad. Tampoco en nuestro tiempo la devoción y adoración a Jesús sustituye o elimina la responsabilidad de los/as creyentes en Cristo hacia la gente más necesitada de la comunidad.


Notas:

  1. Véase https://blogs.worldbank.org/es/voices/la-pandemia-de-covid-19-coronavirus-deja-como-consecuencia-un-aumento-de-la-pobreza-y-la (Consultado 19 marzo 2022).