El pasaje de este domingo es uno de los mas importantes para la misión de la Iglesia.
En una perícopa única en Mateo (Marcos y Lucas preservan pasajes semejantes pero no paralelos a éste) Jesús declara que Él tiene potestad suprema y establece la misión mundial de la Iglesia. Con la excepción de la epístola a los Romanos, ninguna otra porción bíblica ha ofrecido tan clara visión de una Iglesia Universal como esta. El pasaje ha inspirado a miríadas de mujeres y hombres para enlistarse y embarcarse en la misión cristiana, llevando el mensaje de salvación por la fe en Jesucristo a todas partes del mundo. A menudo ignorando peligros, dejando atrás familias y amigos, todo en obediencia al Maestro. ¿Por qué? Porque el privilegio de conocer a Dios en Cristo Jesús exige la responsabilidad de comunicar el mensaje a otros. Este es una perícopa que ha de estimular a la Iglesia a tomar en serio esta responsabilidad. El pasaje tiene sus dificultades interpretativas, en particular la formula trinitaria para el bautismo cristiano. Muchos interpretes son de la opinión que esta formula trinitaria no es histórica en los labios de Jesús y su presencia aquí demuestra que el evangelista ha relocalizado la formula de su comunidad de fe (en los años 80-85) al tiempo de Jesús (años 30-31).
Notas Exegéticas-Homiléticas Esta perícopa cierra el evangelio según San Mateo y, hasta cierto punto, comienza la historia de la Iglesia Cristiana como una comunidad de fe que abarca todas las naciones del mundo a través de los siglos. Al encontrarse con las dos Marías ese primer domingo de Resurrección, Jesús las envía con un mensaje a los discípulos: vayan a Galilea y allí me veréis. Mientras ellas llevan el mensaje de la resurrección, los adversarios de Jesús trazan un complot para negar la realidad de la esperanza cristiana.
Es notable que Jesús invita a sus discípulos a reunirse con Él en aquel lugar donde ellos se encontraron con el Señor por primera vez, donde la gran mayoría de ellos decidieron abandonar todo y seguir a Jesús. Donde ellos comenzaron su vida discipular, cual ahora serán comisionados a discipular a otros.
El adversativo «pero» alerta al lector del contraste con el episodio anterior. El mundo con sus complots busca eliminar el mensaje de salvación, pero los seguidores del Señor continúan su relación con Él. Los doce ahora son once pues Judas ha sido eliminado del grupo. Estos en obediencia al mensaje comunicado por las mujeres se congregan en el monte. El local de este monte es imposible determinar ya que Mateo no lo identifica, lo significante es el concepto del «monte» en el primer evangelio. En la tentación Mateo enfatiza que el diablo lo llevó a un monte alto (4.8) para mostrarle todos los reinos de la tierra, ahora Jesús esta en un monte mostrándoles a sus discípulos la misión a todas las naciones (reinos) de la tierra. Entre estas dos referencias encontramos que Jesús sube a un monte y expone el Sermón del Monte (Mt 5-7); Jesús es transfigurado en un monte (Mt 17) y sentado en el Monte de los Olivos (Mt 24.3) anuncia la culminación del Reino de Dios. Es posible que el predicador concentre su exponencia sobre el significado del termino monte en el relato ante nosotros.
Ante la tumba vacía las mujeres ven a Jesús y le adoran (28.9), los once reaccionan de la misma manera, adorando al Señor. Pero con un cualificación, algunos dudaron. Las dos reacciones presentan una contradicción. Como Iglesia, nos acercamos al Señor para adorarle. Pero el pasaje indica que algunos dudan. El significado de este pasaje es un poco difícil de entender y el interprete ha de analizar cuidadosamente el pasaje. ¿Quiere decir Mateo que algunos de los discípulos dudan mientras otros de los discípulos adoran, y por tanto sugiere que el grupo esta dividido entre sí? Puede ser que algunos entre ellos no están seguros si la persona ante ellos es realmente Jesús resucitado, quizás piensan que ven un fantasma y no una persona resucitada. Acordémonos que según Lucas y Juan aquellos primeros testigos de la resurrección tuvieron dificultad identificando a Jesús resucitado. La estructura literaria y la gramática no descarta esta opción. O, ¿será que en el monte hay mas personas que los once discípulos explícitamente identificados? Algunos interpretes prefieren esta opción, viendo aquí el grupo de mas de 500 personas mencionado por el Apóstol Pablo (1Cor 15.6). No obstante la solución adoptada, lo mas importante aquí es que notemos que aun en el cuerpo que adora encontramos algunos un poco inseguros de su fe. Aquí es un momento excelente para preguntarnos, ¿quién de nosotros tiene fe perfecta? La fe demanda que confiemos en Dios aun cuando la experiencia de la vida argumenta que todo es locura, ¿no experimentamos dudas todos nosotros? Pero noten: estos dudan aun cuando el Resucitado está frente a ellos. El Apóstol Tomás viene inmediatamente a mi mente; él dudó, y luego, según la tradición cristiana, fue quien mas lejos llevó el mensaje del evangelio, hasta la India.
No obstante la duda de algunos, Jesús se acerca a ellos. Él toma la iniciativa de aliviar las dudas de aquellos, no deja a los suyos huérfanos. La importancia del mensaje que será comunicado se enfatiza por la manera que es introducido: habló diciendo. Jesús indica que tiene potestad suprema, no hay limites para su autoridad. La expresión «en el cielo y la tierra» funciona como un modismo en la cultura hebrea cual utiliza la polaridad para comunicar totalidad. Por ejemplo, en Génesis 3 el tentador anuncia que el día en que la humanidad coma del árbol será como Dios, conociendo el bien y el mal, o sea conociendo todo y por tanto serian como dioses. En el Salmo 139 el salmista declara que Dios está al tanto de su despertar y su acostar (Dios está al tanto a todo lo que hago durante el día); Dios está en el cielo y en el Sol, (Dios está en todo lugar). Por tanto aquí Jesús indica que Él tiene absoluta autoridad-potestad, todo está bajo su autoridad.
Establecida esta autoridad, el lector esperaría que ahora Jesús mostraría una manifestación de la misma para el bien de sus discípulos. No, sino que el Señor dirige una comisión a los suyos. La frase «por tanto» señala que Jesús emplea esta autoridad como base para comisionar a sus discípulos a la tarea que en breve explicará. Esto es, la idea de autoridad sirve para autorizar la comisión que continua y al mismo tiempo habilitar (capacitar) a los comisionados. Además les asegura que con esta autoridad ellos realizarán la obra encomendada a su cuidado.
La comisión es de «ir y hacer discípulos.» El mandamiento es de ir, y mientras vamos haremos discípulos de aquellos que encontramos en el camino. En este evangelio, el autor ha utilizado el vocablo discípulo exclusivamente para referirse a aquellos que se han comprometido con el Señor. Por tanto no encontramos episodios tales como en Juan 6 donde leemos que muchos de sus discípulos abandonan al Señor pues la enseñanza es fuerte. Aquí notamos que ahora Mateo expande este circulo de los once a todas las naciones (el predicador ha de hacer referencia a 10.5 donde Jesús ordena a los discípulos a no ir a casa de gentiles). Hacer discípulos conlleva la idea que el fin no es una simple y sencilla confesión de Jesús como Dios, o aun el Señor. No, demanda un compromiso total, resultando en un enlace entre el discípulo y el Señor. Este enlace demanda que la persona se entregue total e incondicionalmente a los pies de Jesús, rindiendo todo al Señor, pues el discípulo reconoce que el Señor pagó el precio de su rescate (Mt 20.28).
El objeto de la misión es el mundo entero, todas las naciones. El interprete moderno ha de evitar la identificación del termino naciones con su uso en el presente. Para nosotros naciones son identidades políticas, en la perspectiva bíblica naciones se refiere a grupo étnicos y culturales. Consecuentemente siempre hay naciones nuevas ya que vemos el nacimiento de subculturas aun a nuestro derredor. Por ejemplo la subcultura Hip-Hop de nuestro siglo, y la subcultura de hispano-americano, aquellos entre nosotros que hemos nacido y hemos sido criados en Norte América pero persistimos en nuestra hispanidad aun cuando no platicamos el castellano muy bien. En mi opinión, aquí es donde la Iglesia pierde su ímpetu, deja de contextualizar el mensaje de salvación a estas nuevas naciones que están a sus puertas, el resultado es desastroso para ambos. Ellos perecen sin salvación, mientras la iglesia cojea hacia la irrelevancia.
El proceso de hacer discípulos involucra varias actividades, entre ellas el bautismo y la enseñanza. El bautismo es símbolo de la decisión de alinearse con Jesús. La enseñanza ha de incluir todo lo que el Señor encomienda para ser observado. La implicación es que la enseñanza no es meramente para que el discípulo este instruido en las cosas de Dios, sino que sea instruido para observar, esto es obedecer lo estipulado en la enseñanza. Hay que tomar en cuanta que esta enseñanza no es selectiva, sino que hay que enseñar todo el mensaje del evangelio. Somos justificados por la gracia de Dios, esta parte del mensaje nos encanta. Pero, esta justificación implica que fuimos comprados por gran precio (Mt 20.28) y ahora no pertenecemos a nosotros mismos, sino que somos de Dios y vivimos para glorificarle. Ahora tenemos que vivir vidas que reflejen el amor de Dios en nosotros y el amor de Dios por el mundo–dispuestos a entregar nuestras propias vidas si es necesario. Esta entrega total no es muy encantadora ni popular en la iglesia del siglo 21, buscamos un evangelio barato y rápido, de domingos por la mañana y nada mas. El compromiso de ser discípulo demanda una dedicación de 24/7, en todo momento pertenecemos a Él y servimos a su pueblo.
Finalmente, el Señor les recuerda que no van solos, pues Él estará siempre con ellos, hasta el fin del mundo. Esta ultima expresión trae a mente el nombre otorgado a Jesús antes de su encarnación, Emanuel, Dios con nosotros (Mt 1.23).
Concluyo con una exhortación para los predicadores de este texto. Sobre todo, el énfasis en esta perícopa se encuentra en el deber del grupo cristiano de concentrar todas sus fuerzas en los que están afueras de nuestra comunidad de fe. Desafortunadamente, muchísimas congregaciones se enfocan mas en si mismo–utilizando todos sus recursos, todas sus fuerzas–solamente en su propia existencia y en algunos casos, su comodidad. Este es un pasaje que nos reta enfocar nuestras fuerzas y recursos hacia fuera, aquellos que todavía dudan y no adoran al Señor Jesús. Es mi opinión, y experiencia, que cuando la iglesia local mira mas allá de sí misma y piensa en el bienestar de otros, los problemas y conflictos internos se echan a un lado y el pueblo mano a mano obedece el mandamiento de ir y hacer discípulos.
El pasaje de este domingo es uno de los mas importantes para la misión de la Iglesia.
En una perícopa única en Mateo (Marcos y Lucas preservan pasajes semejantes pero no paralelos a éste) Jesús declara que Él tiene potestad suprema y establece la misión mundial de la Iglesia. Con la excepción de la epístola a los Romanos, ninguna otra porción bíblica ha ofrecido tan clara visión de una Iglesia Universal como esta. El pasaje ha inspirado a miríadas de mujeres y hombres para enlistarse y embarcarse en la misión cristiana, llevando el mensaje de salvación por la fe en Jesucristo a todas partes del mundo. A menudo ignorando peligros, dejando atrás familias y amigos, todo en obediencia al Maestro. ¿Por qué? Porque el privilegio de conocer a Dios en Cristo Jesús exige la responsabilidad de comunicar el mensaje a otros. Este es una perícopa que ha de estimular a la Iglesia a tomar en serio esta responsabilidad. El pasaje tiene sus dificultades interpretativas, en particular la formula trinitaria para el bautismo cristiano. Muchos interpretes son de la opinión que esta formula trinitaria no es histórica en los labios de Jesús y su presencia aquí demuestra que el evangelista ha relocalizado la formula de su comunidad de fe (en los años 80-85) al tiempo de Jesús (años 30-31).
Notas Exegéticas-Homiléticas
Esta perícopa cierra el evangelio según San Mateo y, hasta cierto punto, comienza la historia de la Iglesia Cristiana como una comunidad de fe que abarca todas las naciones del mundo a través de los siglos. Al encontrarse con las dos Marías ese primer domingo de Resurrección, Jesús las envía con un mensaje a los discípulos: vayan a Galilea y allí me veréis. Mientras ellas llevan el mensaje de la resurrección, los adversarios de Jesús trazan un complot para negar la realidad de la esperanza cristiana.
Es notable que Jesús invita a sus discípulos a reunirse con Él en aquel lugar donde ellos se encontraron con el Señor por primera vez, donde la gran mayoría de ellos decidieron abandonar todo y seguir a Jesús. Donde ellos comenzaron su vida discipular, cual ahora serán comisionados a discipular a otros.
El adversativo «pero» alerta al lector del contraste con el episodio anterior. El mundo con sus complots busca eliminar el mensaje de salvación, pero los seguidores del Señor continúan su relación con Él. Los doce ahora son once pues Judas ha sido eliminado del grupo. Estos en obediencia al mensaje comunicado por las mujeres se congregan en el monte. El local de este monte es imposible determinar ya que Mateo no lo identifica, lo significante es el concepto del «monte» en el primer evangelio. En la tentación Mateo enfatiza que el diablo lo llevó a un monte alto (4.8) para mostrarle todos los reinos de la tierra, ahora Jesús esta en un monte mostrándoles a sus discípulos la misión a todas las naciones (reinos) de la tierra. Entre estas dos referencias encontramos que Jesús sube a un monte y expone el Sermón del Monte (Mt 5-7); Jesús es transfigurado en un monte (Mt 17) y sentado en el Monte de los Olivos (Mt 24.3) anuncia la culminación del Reino de Dios. Es posible que el predicador concentre su exponencia sobre el significado del termino monte en el relato ante nosotros.
Ante la tumba vacía las mujeres ven a Jesús y le adoran (28.9), los once reaccionan de la misma manera, adorando al Señor. Pero con un cualificación, algunos dudaron. Las dos reacciones presentan una contradicción. Como Iglesia, nos acercamos al Señor para adorarle. Pero el pasaje indica que algunos dudan. El significado de este pasaje es un poco difícil de entender y el interprete ha de analizar cuidadosamente el pasaje. ¿Quiere decir Mateo que algunos de los discípulos dudan mientras otros de los discípulos adoran, y por tanto sugiere que el grupo esta dividido entre sí? Puede ser que algunos entre ellos no están seguros si la persona ante ellos es realmente Jesús resucitado, quizás piensan que ven un fantasma y no una persona resucitada. Acordémonos que según Lucas y Juan aquellos primeros testigos de la resurrección tuvieron dificultad identificando a Jesús resucitado. La estructura literaria y la gramática no descarta esta opción. O, ¿será que en el monte hay mas personas que los once discípulos explícitamente identificados? Algunos interpretes prefieren esta opción, viendo aquí el grupo de mas de 500 personas mencionado por el Apóstol Pablo (1Cor 15.6). No obstante la solución adoptada, lo mas importante aquí es que notemos que aun en el cuerpo que adora encontramos algunos un poco inseguros de su fe. Aquí es un momento excelente para preguntarnos, ¿quién de nosotros tiene fe perfecta? La fe demanda que confiemos en Dios aun cuando la experiencia de la vida argumenta que todo es locura, ¿no experimentamos dudas todos nosotros? Pero noten: estos dudan aun cuando el Resucitado está frente a ellos. El Apóstol Tomás viene inmediatamente a mi mente; él dudó, y luego, según la tradición cristiana, fue quien mas lejos llevó el mensaje del evangelio, hasta la India.
No obstante la duda de algunos, Jesús se acerca a ellos. Él toma la iniciativa de aliviar las dudas de aquellos, no deja a los suyos huérfanos. La importancia del mensaje que será comunicado se enfatiza por la manera que es introducido: habló diciendo. Jesús indica que tiene potestad suprema, no hay limites para su autoridad. La expresión «en el cielo y la tierra» funciona como un modismo en la cultura hebrea cual utiliza la polaridad para comunicar totalidad. Por ejemplo, en Génesis 3 el tentador anuncia que el día en que la humanidad coma del árbol será como Dios, conociendo el bien y el mal, o sea conociendo todo y por tanto serian como dioses. En el Salmo 139 el salmista declara que Dios está al tanto de su despertar y su acostar (Dios está al tanto a todo lo que hago durante el día); Dios está en el cielo y en el Sol, (Dios está en todo lugar). Por tanto aquí Jesús indica que Él tiene absoluta autoridad-potestad, todo está bajo su autoridad.
Establecida esta autoridad, el lector esperaría que ahora Jesús mostraría una manifestación de la misma para el bien de sus discípulos. No, sino que el Señor dirige una comisión a los suyos. La frase «por tanto» señala que Jesús emplea esta autoridad como base para comisionar a sus discípulos a la tarea que en breve explicará. Esto es, la idea de autoridad sirve para autorizar la comisión que continua y al mismo tiempo habilitar (capacitar) a los comisionados. Además les asegura que con esta autoridad ellos realizarán la obra encomendada a su cuidado.
La comisión es de «ir y hacer discípulos.» El mandamiento es de ir, y mientras vamos haremos discípulos de aquellos que encontramos en el camino. En este evangelio, el autor ha utilizado el vocablo discípulo exclusivamente para referirse a aquellos que se han comprometido con el Señor. Por tanto no encontramos episodios tales como en Juan 6 donde leemos que muchos de sus discípulos abandonan al Señor pues la enseñanza es fuerte. Aquí notamos que ahora Mateo expande este circulo de los once a todas las naciones (el predicador ha de hacer referencia a 10.5 donde Jesús ordena a los discípulos a no ir a casa de gentiles). Hacer discípulos conlleva la idea que el fin no es una simple y sencilla confesión de Jesús como Dios, o aun el Señor. No, demanda un compromiso total, resultando en un enlace entre el discípulo y el Señor. Este enlace demanda que la persona se entregue total e incondicionalmente a los pies de Jesús, rindiendo todo al Señor, pues el discípulo reconoce que el Señor pagó el precio de su rescate (Mt 20.28).
El objeto de la misión es el mundo entero, todas las naciones. El interprete moderno ha de evitar la identificación del termino naciones con su uso en el presente. Para nosotros naciones son identidades políticas, en la perspectiva bíblica naciones se refiere a grupo étnicos y culturales. Consecuentemente siempre hay naciones nuevas ya que vemos el nacimiento de subculturas aun a nuestro derredor. Por ejemplo la subcultura Hip-Hop de nuestro siglo, y la subcultura de hispano-americano, aquellos entre nosotros que hemos nacido y hemos sido criados en Norte América pero persistimos en nuestra hispanidad aun cuando no platicamos el castellano muy bien. En mi opinión, aquí es donde la Iglesia pierde su ímpetu, deja de contextualizar el mensaje de salvación a estas nuevas naciones que están a sus puertas, el resultado es desastroso para ambos. Ellos perecen sin salvación, mientras la iglesia cojea hacia la irrelevancia.
El proceso de hacer discípulos involucra varias actividades, entre ellas el bautismo y la enseñanza. El bautismo es símbolo de la decisión de alinearse con Jesús. La enseñanza ha de incluir todo lo que el Señor encomienda para ser observado. La implicación es que la enseñanza no es meramente para que el discípulo este instruido en las cosas de Dios, sino que sea instruido para observar, esto es obedecer lo estipulado en la enseñanza. Hay que tomar en cuanta que esta enseñanza no es selectiva, sino que hay que enseñar todo el mensaje del evangelio. Somos justificados por la gracia de Dios, esta parte del mensaje nos encanta. Pero, esta justificación implica que fuimos comprados por gran precio (Mt 20.28) y ahora no pertenecemos a nosotros mismos, sino que somos de Dios y vivimos para glorificarle. Ahora tenemos que vivir vidas que reflejen el amor de Dios en nosotros y el amor de Dios por el mundo–dispuestos a entregar nuestras propias vidas si es necesario. Esta entrega total no es muy encantadora ni popular en la iglesia del siglo 21, buscamos un evangelio barato y rápido, de domingos por la mañana y nada mas. El compromiso de ser discípulo demanda una dedicación de 24/7, en todo momento pertenecemos a Él y servimos a su pueblo.
Finalmente, el Señor les recuerda que no van solos, pues Él estará siempre con ellos, hasta el fin del mundo. Esta ultima expresión trae a mente el nombre otorgado a Jesús antes de su encarnación, Emanuel, Dios con nosotros (Mt 1.23).
Concluyo con una exhortación para los predicadores de este texto. Sobre todo, el énfasis en esta perícopa se encuentra en el deber del grupo cristiano de concentrar todas sus fuerzas en los que están afueras de nuestra comunidad de fe. Desafortunadamente, muchísimas congregaciones se enfocan mas en si mismo–utilizando todos sus recursos, todas sus fuerzas–solamente en su propia existencia y en algunos casos, su comodidad. Este es un pasaje que nos reta enfocar nuestras fuerzas y recursos hacia fuera, aquellos que todavía dudan y no adoran al Señor Jesús. Es mi opinión, y experiencia, que cuando la iglesia local mira mas allá de sí misma y piensa en el bienestar de otros, los problemas y conflictos internos se echan a un lado y el pueblo mano a mano obedece el mandamiento de ir y hacer discípulos.